The Witcher 3: Wild Hunt para Windows

El juego de rol que logró vencer a Skyrim, Mass Effect y Dragon Age

The Witcher 3: Wild Hunt es un juego de rol en mundo abierto para PC que nos invita a encarnar a un brujo, Geralt de Rivia, en una aventura épica y vasta. ¿Su arma secreta? Inundar su mundo de contenido variado, original e impactante. ¿La guinda? Un gameplay casi perfecto.

Por cierto, si tienes problemas con el juego, ¡no pongas a descargar tu ira golpeando a desconocidos! Mejor consulta nuestra guía básica.

Una aventura de 200 horas que nunca se repite

En The Witcher 3: Wild Hunt, el brujo Geralt de Rivia va en busca de Cirilla, su hija adoptiva. Esta ostenta poderes especiales que han atraído la atención de la Cacería Salvaje, un grupo fantasmal cuya aparición siempre es considerada un presagio de desdichas y muerte.

El argumento de The Witcher 3 supera con creces al de otros juegos de rol contemporáneos como Skyrim o las sagas Dragon Age y Mass Effect de BioWare. El encanto de su mundo es su amoralidad: no existe el bien y el mal sino supervivientes que intentan hacerlo lo mejor posible dadas sus circunstancias. Una vez empieces te quedarás enganchado hasta el final, y lo genial es que cada personaje, cada subtrama, cada pequeño detalle del mundo te hará pensar y reflexionar.

Una de las grandes novedades de The Witcher 3 es su mundo abierto. Después de una zona-tutorial de unas 5 a 7 horas de duración te esperan dos zonas que superan en tamaño a los mapas de Skyrim o de GTA 5. ¡Solo Minecraft le supera! Cuando explores este mundo te dará la sensación de que su desarrolladora, CD Projekt RED, ha puesto todo su empeño en que cada cruce de caminos o cada taberna cuente su propia historia. No nos hemos encontrado con entornos reciclados durante nuestra aventura junto con Geralt.

Lo mismo podemos decir de la cantidad de misiones secundarias o terciarias que te encontrarás en The Witcher 3. No nos hemos encontrado con ninguna misión secundaria de relleno; todas ocultan como mínimo un momento memorable. Da igual si estás yendo a cazar un grifo o a buscarle una sartén a una anciana; te lo vas a pasar en grande.

En parte te tomarás en serio cada misión debido a que en The Wicher 3 las decisiones que tomes en ellas suelen afectar tu partida. A veces las consecuencias serán inmediatas y leves, pero en otras ocasiones no sabrás los efectos de tus actos hasta que hayan pasado unas cuantas horas. Además, estas decisiones son como el mundo del juego: amorales. No existen buenas decisiones, tan solo “males menores”. Como la vida misma.

Un gran acierto de The Witcher 3 en contraste con The Witcher 2 es el hecho de que casi toda la aventura se centra en el oficio de Geralt: cazador de monstruos. Da igual si estás en la campaña principal o en un contrato opcional; casi siempre deberás investigar con tus sentidos de brujo las “escenas del delito” por donde ha atacado el monstruo para averiguar dónde se esconde, cuál es su plan…

Hacía años que no me encontraba con un juego de rol tan variado y repleto de contenido de calidad. Das un paso hacia el norte y te encuentras con una cueva secreta. Das un paso hacia el sur y llegas a una aldea aparentemente desierta pero que está infestada de bombas. ¿Quién las ha instalado? ¿Y por qué? O ve hacia el este y quizás debas bucear en un lago para encontrar tesoros.

CD Projekt RED ha prometido 200 horas de duración con The Witcher 3. Evidentemente no he logrado pasármelo al 100%, pero esta es una de las pocas veces en las que me fío de la palabra de la desarrolladora.

¿Preparado para bailar?

El sistema de combate adapta de maravilla la esencia de un brujo según el mundo de The Witcher. Los brujos son humanos súperpoderosos pero no invencibles. Su baza principal es la agilidad. Así que las batallas te incentivan a “bailar” con los enemigos. ¡Rueda! ¡Gira! ¡Bloquea! Ser cauto y mantener a los enemigos controlados es más importante que aporrear botones.

La otra baza principal de un brujo es su resistencia a pociones especiales. Geralt puede crear pociones mediante objetos que encuentre por el juego. Este sistema refuerza la sensación de que eres un cazador de monstruos. Por ejemplo, si te enfrentas a un espectro es recomendable que embadurnes tu espada con un aceite especial y que prepares un signo (una especie de hechizo) que haga tangible la piel transparente del espectro durante unos instantes. Deberás saber utilizar todo el inventario de un brujo para ganar: pociones, bombas, aceites, ballestas… Ganar un duelo aparentemente imposible gracias a la preparación previa es una sensación formidable.

En este sentido, The Witcher 3 se controla generalmente bien, tanto si usas mando como teclado. En las batallas no tendrás problemas pero explorar el mundo no es tan sencillo como debería. Geralt se mueve a veces a trompicones de forma que un pequeño paseo por una aldea puede acabar convirtiéndose en un fastidio.

La interfaz de The Witcher 3 se ha mejorado al máximo con respecto a interfaces de entregas anteriores para que te sea muy fácil investigar documentos sobre monstruos, crear pociones, buscar la mejor arma para tu inventario…

¿Qué te puedo decir de los gráficos de The Witcher 3 que no hayas visto ya? Quizás uno de los grandes logros de este juego es el hecho de que represente tan bien la suciedad que se esconde detrás de la belleza. Muchos paisajes de la aventura son hermosos, pero todos ellos siempre tienen algún que otro detalle gris u oscuro que nos recuerda que en la realidad todo rosal esconde espinas.

Pese a ser todo un portento gráfico, la optimización de The Witcher 3 es encomiable. Le saca el máximo partido incluso a ordenadores desfasados. De todas formas ya que te avisamos que si quieres ver The Witcher 3 en todo su esplendor, necesitarás un PC potente.

Las voces de The Witcher 3 superan con creces todo lo escuchado en The Witcher 1 y 2. Geralt suena cómo debería sonar: apático, cínico, sarcástico y solitario. El elenco de personajes secundarios suena de forma convincente.

El gran juego de rol de nuestra generación

Hace ya muchos años, apareció para PC un juego de rol que rompió moldes: Baldur’s Gate 2. Este juego de rol en 2D duraba 200 horas pero estaba repleto de contenido variado y siempre original. Muchas misiones secundarias empezaban de forma simple y acababan convirtiéndose en aventuras más épicas que muchos otros juegos en toda su extensión. Lo peor de Baldur’s Gate 2 cuando me lo pasé es que temí que jamás iba a volver a sentir algo igual.

Pues bien: The Witcher 3 es el Baldur’s Gate 2 de nuestra generación. Nunca se repite. Siempre sorprende. La aventura dura hasta el infinito y aun así jamás te encontrarás con situaciones similares. ¿Recuerdas el ejemplo de ir a buscar una sartén para una anciana? Esa misión es en realidad el detonante de una megabúsqueda. Nunca sabes cuándo encontrarás el mapa de un tesoro o cuándo descubrirás una misión.

¿Sabes cuál es el gran mal de The Witcher 3? Que creo que nunca nos vamos a embarcar en otra aventura tan grande como esta.